comentarios de libros agapea.com
ir a la home
ir al listado de comentarios
ir al listado de entrevistas
ir al listado de articulos
ir a contacto
ir a ganadores sorteos
ir a articulos de enigmas pendientes
ir a articulos de psicologia
ir a articulos de literatura
  

Javier Montilla
 por Angélica Morales

19 gays y lesbianas españoles (y algún heterosexual), dedicados preferentemente a la literatura, las artes, la política o el deporte, conversan tan pausada como apasionadamente con el periodista y escritor Javier Montilla sobre la sexualidad y la política, la vida cotidiana y la cultura, el pasado y el futuro, lo divino y lo humano. Un cruce de opiniones y miradas muy diversas, muy plurales, pero también un «retrato casi de familia» con un denominador común: la lucha contra la homofobia, por la libertad y la igualdad.
portada Montilla
Ante todo señor montilla, enhorabuena por la publicación de su nuevo libro. con "la sociedad arco iris", sucede como con las cerezas, que tras una entrevista te dan ganas de devorar otra. ¿ha inventado una nueva fórmula para atrapar a los lectores?
No lo creo. Sencillamente tengo mi forma peculiar de plantear una entrevista. Me gusta cultivarlas con esmero y con tesón. Y ese estilo me gusta defenderlo con furia. Porque creo que la entrevista y la conversación son un género periodístico que exigen personalidad. De hecho, creo que al final las entrevistas no son nada sino alcanzan su propio carácter. Yo creo que la frescura que se ha conseguido en el libro es en parte por haberles dado la oportunidad de explicarse con la confianza que la persona que tenían delante no pretendía juzgarles y porque aquello que dijeron se ha recogido con absoluta naturalidad y con absoluta escrupulosidad.


La conversación es un arte, ¿pero por qué cree que nos resulta tan difícil practicarlo?
Porque hablamos mucho pero decimos muy poco. Y además yo creo que el saber escuchar se ha convertido en una nota distintiva de la sabiduría de la humanidad. Hay que tener en cuenta que las consultas de psicólogos y psiquiatras están llenas de personas que acuden a ellas en busca de alguien que les escuche. De hecho, según los expertos en relaciones humanas, la soledad será uno de los problemas sociales más acuciantes del próximo milenio en los países más desarrollados. Yo creo que este mundo sería diferente si dedicásemos tan sólo diez minutos a conversar y a reflexionar.


¿Qué efecto piensa que causará "la sociedad arco iris" en el mercado editorial?
Cuando uno escribe, no piensa en el efecto que tendrá el libro cuando salga al mercado. Todo el mundo que lo está leyendo lo está alabando, porque no sólo se centra en la cultura homosexual, sino que se destapan asuntos tan variados como la dictadura de Argentina, el funeral laico de Terenci Moix, la abolición de la tauromaquia o el arte japonés del Ikebana. Un arco iris tan variado como natural.


¿Quedan todavía muchos armarios llenos?
Pues quedan muchos armarios empotrados en la mente de mucha gente; un armario extraño al mundo y un armario lleno de emociones que les ciegan y les dejan fuera de la realidad. Y ahí no sólo meto a una parte importante de la Iglesia Católica, que no toda, y ahí está el caso de la Iglesia de San Carlos Borromeo en Madrid, sino también a una parte importante del Partido Popular o del Partido Socialista. Pero también la visibilidad ha producido un boom social de que todos los gays son fantásticos y tienen dinero para gastar. Así que como son consumidores y monedas de oro se los rifan los políticos para ganar votos y algunas empresas privadas invirtiendo en publicidad para ganar dinero.


¿A qué huele la intolerancia?
A naftalina. En el fondo se tolera la extravagancia, lo que da risa. Pero los armarios están llenos de ejecutivos y señoras, de deportistas y de numerarios del Opus. Y el disimulo sigue siendo alto escudo. Los homosexuales, tanto gays como lesbianas, siguen estando marginados, y cuando se les concede una pequeña chocolatina, se pregona como el mayor descubrimiento. De hecho, no me cabe ninguna duda que negros, mujeres y homosexuales siguen siendo la espina dorsal de la sociedad occidental. Pero a mí particularmente no me gusta aplicar la palabra tolerancia. Prefiero la palabra respeto. Porque si algo hay que tolerarlo, ¿quiere decir que antes no había que hacerlo?


¿Qué le ha aportado la escritura de "la sociedad arco iris"?
Que nada es lo que parece hasta que se mira desde diversos puntos de vista, algunos tan divergentes entre ellos. La comunidad homosexual, como otras comunidades, es tan plural y discordante como cualquier otra. Y por mucho que se quiera unificar un solo criterio, finalmente, la disparidad es lo que hace que sea una comunidad tan rica y tan creativa.


Cultura y homosexualidad mantienen una relación equilibrada, ¿qué tienen los gays que no tengan los heterosexuales?
El arte es el producto de un proceso por el cual cada uno de nosotros intenta descubrir, explorar, expresar, explicar, recrear, reinventar, aniquilar, confirmar nuestra visión del mundo, de las cosas que nos rodean. El arte de cada uno de nosotros difiere, sin embargo, en la medida en que impregnamos elementos particulares en nuestro arte. Y ahí yo creo que la sexualidad influye mucho en mostrar ese arte, que parece relacionar a la sociedad homosexual con la cultura. ¿Es casual que Pedro Almodóvar, García Lorca, Truman Capote, Virginia Woolf, Oscar Wilde o Jean Genet sean considerados genios y sean homosexuales? Yo creo que no. Y eso confirma que la visión homosexual es peculiar y genuina.


"El arte es el producto de un proceso por el cual cada uno de nosotros intenta descubrir, explorar, expresar, explicar, recrear, reinventar, aniquilar, confirmar nuestra visión del mundo, de las cosas que nos rodean"
portada Montilla



¿Es usted un utópico?
No. Soy un inconformista. Woody Allen durante la entrega del premio Príncipe de Asturias afirmaba ante una pregunta de un periodista sobre cuál consideraba que era el problema más importante y él afirmó que la indiferencia. La indiferencia está en la raíz de muchos males, por la sencilla razón de que, si no hacemos nada por cambiarlas, las cosas siguen igual. Y si no nos importan lo suficiente, no haremos nada. Y ese es el cáncer de la sociedad. Por eso creo que la literatura, el periodismo y una gran parte de la cultura tienen la obligación ética y moral de dar voz a quien no la tiene, a quién la perdió o a quién se la niega.


¿Por qué cuesta tanto comprometerse con las causas justas?
Porque como dice el ensayista vasco Kepa Tamames, el altruismo no suele enriquecer al que lo practica. Luchar por la justicia social es una de las pocas cosas que no tienen puesta la etiqueta de precio, y dónde prevalece la ética ante todo. Y en un mundo capitalista hasta el tuétano, siempre tiene que haber voces que agiten la conciencia ante la adversidad y la injusticia.


¿La solidaridad y usted están en continúo idilio?
Desgraciadamente la solidaridad es una virtud que está en crisis. Y yo creo que el hecho de que me seduzcan tanto las minorías es precisamente para combatir como decía antes la cada vez mayor indiferencia que caracteriza nuestra sociedad.


¿Le costó mucho elegir a los protagonistas de "la sociedad arco iris"? sin desmerecer a ninguno, ¿quién de todos ellos es el que ha conseguido cautivarle?
Todas las historias me han cautivado. Pero reconozco que la historia de Susana Guzner y su historia de la represión argentina me conmocionaron durante muchos días, porque Susana es una superviviente de una tragedia que todo el mundo olvidó y que sólo queda en la memoria individual y colectiva de los supervivientes. Y eso me hizo reflexionar en las secuelas de todas las guerras. Cuando deja de ser actualidad y los periodistas abandonan el país, porque ya no hay nada que informar, los supervivientes siguen allí. Y parece que a nadie le interesa. Y sino, ¿quién recuerda a todos aquellos supervivientes de la guerra de la extinta Yugoslavia? Sólo los supervivientes.


En su libro ha hablado de política, cultura, amor, miedos... ¿se ha dejado algo en el tintero?
Yo creo que no. He hablado de la vida en toda su dimensión y sobretodo hablo de libertad. Y hablar de la libertad es hablar de la vida.






Fuente: Diario digital El Librepensador
Imprimir entrevista  /  Enviar por email