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La Sangre Del Pelícano
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por Juan Carlos Eizaguirre
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¡Albricias! Por fin un thriller religioso en que la Iglesia Católica no queda mal parada. La reciente obra de Miguel Aranguren está teniendo una cálida acogida de la crítica y espero que también entre los lectores.
Realmente he de confesar haber leído con cierto sonrojo la abundante morralla que suponen estas novelas de consumo, tan en boga. Pero el hecho de que el tema del misterio en el terreno religioso, sobrenatural o paranormal, etc., esté de moda, no quiere decir que todas las obras escritas a este respecto sean buenas; ni muchísimo menos. Mucho me temo que muchas ediciones hayan fracasado rotundamente porque, la verdad, hay trabajos presentados como libros atractivos que son un verdadero bodrio.
Me explico así el pesimismo de la Federación de Libreros que ha calculado en una tercera parte los libros devueltos a las editoriales desde las librerías. Y lo tremendo es que se han editado más de sesenta mil títulos... En fin, sigamos con esta excelente y rigurosa novela de Miguel Aranguren.
El autor no es un escritor de thrillers, y eso se nota. Lo digo como alabanza. Parece que se hubiera propuesto escribir este libro contra la corriente mimética de los absurdos temas esotéricos, mezclados de sincretismo religioso, y añadiendo a esta mezcla sucesos paranormales... Y es que Aranguren se ha visto precisado a utilizar su periodístico estilo a favor del rigor que a una obra de estas características debe pedírsele.
No obstante esos pasajes, el libro está poseído de una acción trepidante y total. Es uno de esos libros que los críticos literarios suelen decir que atrapa desde la primera línea. Efectivamente, la sucesión de asesinatos satánicos en los que se ve involucrado un joven sacerdote en la ciudad de Roma, las indagaciones de la policía italiana al respecto, no son más que un complejo entramado de una acción a nivel mundial contra la Iglesia Católica. Quiénes sean los artífices de esta conjura, lo dejamos en manos del lector para no destripar parte del argumento.
Desde un punto de vista técnico -estilístico- es reseñar la facilidad con que el autor maneja la acción simultánea, al servicio de la intriga y de la marcha de los acontecimientos que, poco a poco, se van empatando hasta llegar al clímax final, donde son desenmascarados los muñidores de esta trampa.
Recomiendo a los lectores que lean (perdón) esta excelente obra, y la comparen con otras editadas en España... y también fuera de nuestras fronteras. Podrán comprobar que lo dicho en este breve comentario es, desgraciadamente, cierto. Hay mucha morralla seguramente bienintencionada. |
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