|
| Atajo Al Paraíso
|
| por Silvia Rodríguez
|
|
A todos nos asalta alguna vez en la vida la duda de si lo que realmente hemos elegido personal y profesionalmente es en realidad lo que queríamos hacer. Vivir de acuerdo a nuestros ideales e inquietudes es, a veces, una tarea muy complicada en el que hay que seguir un camino repleto de dificultades y, a la vez, de satisfacciones, una vez superadas aquellas.
En esta obra y, casi rayando el ensayo filosófico, se nos muestra al principal protagonista sumergido en un periodo de crisis existencial y vocacional, en el que va a cuestionarse los pilares en los que se sostiene nuestra sociedad contemporánea. Así, pone en duda la eficacia de cualquier sistema político, en su papel socializador y de consecución de oportunidades para todo el mundo. El sistema económico, del que tampoco cree en la eficacia ni de un régimen conservador ni en el basado en ideales de izquierdas. Y sobre todo, y aquí es donde va a girar todo el argumento de la obra, va a cuestionarse la labor evangelizadora de la Iglesia Católica y los preceptos que la sustentan y la ha sostenido a lo largo de los siglos.
En el lecho de muerte, nuestro protagonista realizará junto a un joven sacerdote una labor de catarsis, mediante la cual va a dar un profundo repaso de su vida, desde una infancia y niñez felices, hasta una adolescencia y madurez marcadas, por un lado, por la satisfacción de ver visto realizado su sueño de convertirse en sacerdote y, por otro lado, por la más absoluta decepción en su labor de “pastor del Señor” en su incapacidad de seguir unas ideas sustentadas en la irracionalidad y no acordes con la evolución de los tiempos. Sin embargo, esta frustración se verá recompensada con un cambio de rumbo en la trayectoria de su vida, de la que finalmente se sentirá más dichoso y lleno.
Y es que, como se cita en esta profunda obra, el fracaso hace al hombre querer superarse a sí mismo, ya que el que se ha propuesto una meta debe saber asumir los errores y tropiezos que en el camino encuentra en la realización de la misma. Por lo tanto, no debemos abatirnos ni rendirnos cuando un proyecto de vida no nos sale bien, no hay más que seguir adelante e ir probando con otras alternativas, huyendo de la sensación de fracaso que nos pueda invadir, ni somos perfectos ni hay verdades absolutas y ese es un poco el trasfondo de esta obra.
|
|
