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Fiestas Sagradas: Entre Lo Sagrado Y Lo Pagano
por Francisco Contreras Gil

Lleva más de diez años inmerso en la investigación de los misterios de nuestra historia. Viajando por toda España en busca de todo aquello que se encuentre bajo el marchamo de lo heterodoxo, mágico y pagano. Jesús Callejo, escritor, miembro del equipo radiofónico de LA ROSA DE LOS VIENTOS DE JUAN ANTONIO CENRIÁN en Onda Cero, a quien tengo el placer de conocer desde que le entrevistara en los estudios de Radio Intercontinental de España hace más de una década y con el cual he podido compartir irrepetibles e inconfesables búsquedas dentro del mundo del misterio y lo sagrado, es sin lugar a dudas una de las referencias dentro de la literatura histórica, antropológica, enigmática e insólita de nuestra piel de toro. Su nuevo trabajo literario, titulado FIESTAS SAGRADAS y publicado por la Editorial Aladena, es una obra que no deja indiferente al lector. Un ensayo en el que, a lo largo de doscientas sesenta y tres páginas que componen la obra, descubrirá otra perspectiva de los mitos y ritos de los festejos religiosos y populares.
portada Fiestas Sagradas: Entre Lo Sagrado Y Lo Pagano
PORTADA DE "FIESTAS SAGRADAS"
“La fiesta -matiza sobre las fiestas Miguel Roiz- es una serie de acciones y significados de un grupo, expresadas por medio de costumbres, tradiciones, ritos y ceremonias, como parte no cotidiana de la interacción, especialmente a nivel interpersonal y cara a cara, caracterizadas por un alto nivel de participación e interrelaciones sociales, y en las que se trasmiten significados de diverso tipo (históricos, políticos, sociales, valores cotidianos, religiosos, etc.), que le dan un carácter único o variado, y en los que la práctica alegre, festiva, de goce, diversión e incluso orgía, se entremezclan con la práctica religiosa e incluso mágica, cumpliendo determinadas funciones culturales básicas para el grupo (cohesión, solidaridad, etc.) y con carácter extraordinario, realizado dentro de un periodo temporal, cada año por ejemplo”.

No hay mejor definición para describir que es una fiesta. Pero hablar de fiestas puede entrañar sus riesgos. Y es que, ante el fenómeno social, cultural, mitológico, religioso y simbólico que todas ellas albergan, recordando siempre que no hay dos fiestas iguales y que muchas de ellas son de origen pagano, descubrir su auténtico origen y naturaleza puede que no sea políticamente correcto.

El nuevo libro de Jesús Callejo, FIESTAS SAGRADAS, publicado por la Editorial Aladena, no es sino una obra de referencia, indispensable en cualquier biblioteca, de consulta ya sea de forma curiosa o neófita, sobre el mundo de las fiestas en España desde una perspectiva diferente a cualquier otra. La historia, la antropología, lo sagrado y hereje se entremezclan con el fin de desvelar la verdadera naturaleza que se esconde tras muchos de los festejos que se celebran a lo largo y nacho de nuestra piel de toro.

“En las fiestas -explica Jesús Callejo- casi siempre hay dos factores que deben tenerse en cuenta: lo sagrado y lo profano. La gran mayoría son religiosas en cuanto se han vertebrado en torno a una divinidad, un santo, un acontecimiento histórico, un fenómeno sobrenatural o en recuerdo de un pasaje bíblico. Pero también son fiestas civiles, donde los pasacalles, gigantes y cabezudos, fuegos artificiales, pregones, tracas y toros se aúnan en un mismo espacio-tiempo con rituales de un profundo significado simbólico. Ritos y mitos que se mezclan en un ejemplo arquetípico de sincretismo”.


ORíGENES IGNORADOS Y CLASES DE FIESTAS

Y es que para entender el por qué, cuándo y cómo de cada festividad, Jesús Callejo introduce al lector, en la primera parte del libro, en una breve historia que no es sino el reflejo de las pautas que marcan realmente las fiestas: los calendarios. Dejando a un lado el calendario litúrgico establecido por la Iglesia tras el Concilio Vaticano II y la designación del domingo como festividad primordial, la prioridad de la celebración de todo el misterio de Cristo y la reducción de las fiestas de los santos para toda la Iglesia con respecto a las de importancia verdaderamente universal, lo cierto es que el pueblo ha mantenido diversas fechas heredadas de cultos a santones y milagreros así como mitos paganos de antiguas culturas. En definitiva, el calendario festivo, religioso o no, no hace sino un ejercicio de memoria colectiva para que la población no se olvide de acontecimientos u hechos más o menos trascendentes de carácter religioso, social, político, militar, etc. Aunque como descubrirá el lector en FIESTAS SAGRADAS, el auténtico origen de nuestras fiestas esta marcado desde la más remota antigüedad por el cielo y la tierra.

“La gran mayoría de las fiestas están relacionadas con un origen agrario que componen, a su vez, un ciclo folclórico, aunque no siempre se produce esta correspondencia -explica Callejo-. En tan sólo veinte años, se esculpen en piedra los mejores calendarios medievales hispanos (entre el 1100 y el 1120): en Compostela, en la Iglesia de San Isidoro de León, en Gerona y en Santa María de Ripio, donde se representan estos ciclos de la Naturaleza vinculados a las labores agrícolas. Según ellos, el año empezaría en otoño con la siembra, la siega, la trilla, la vendimia... Continua con el solsticio de invierno, la Navidad y los Carnavales. En la primavera comienza un nuevo periodo, en el cual todo parece renacer o resucitar, con las grandes celebraciones de la Semana Santa y de los Mayos. El solsticio de verano está claramente marcado por las fiestas de origen solar, celebrándose con fuegos, repiques de campanas, hogueras, enramadas y cohetes en las calles y las plazas de casi todos los pueblos y villas. Cierran el año solar las fiestas patronales, que tienen lugar en los meses de agosto y septiembre, en celebración de las cosechas”.

Enumerar, agrupar, comparar y ordenar las festividades es una de las características que destaca en la obra FIESTAS SAGRADAS de Jesús Callejo. Una clasificación y organización que quedaría de la siguiente manera: Fiestas naturales, donde se encontrarían las estacionales, agrícolas o ganaderas, o míticas; Fiestas sociales, agrupando a las religiosas, profanas e históricas; Fiestas privadas o familiares, donde hallaríamos las que tienen una trascendencia local y tan genuina que es irrepetible fuera de ese contexto.


"Con todo lo expuesto lo que queda claro es que las fiestas que imperaban en la antigüedad, en diferentes culturas, han marcado las actuales."
portada Fiestas Sagradas: Entre Lo Sagrado Y Lo Pagano



FIESTAS EN LA ANTIGüEDAD

Con todo lo expuesto lo que queda claro es que las fiestas que imperaban en la antigüedad, en diferentes culturas, han marcado las actuales. Desde los ciclos solares egipcios, señalados por la leyenda de Horus, hijo de Isis y Osiris, que venga la muerte de su padre, dejando las partes de su cuerpo repartidas por distintos puntos de la geografía faraónica y dando lugar al calendario y las festividades de la civilización que erigió las pirámides, pasando por los festejos mayas y aztecas y los ciclos de 52 años, el culto a Inti inca y, como no podía ser de otra forma las celebraciones celtas que dan culto a la naturaleza.

“Apenas sabemos gran cosa de esta cultura, puesto que los sacerdotes druidas tenían el sistema de transmitir sus enseñanzas exclusivamente por vía oral a sus discípulos. Algunos autores se aventuran a decirnos -explica Callejo- que los preceptos de la religión celta, custodiada y transmitida por los druidas, se reducen al siguiente aforismo: Honra a los dioses, no haga el más, se valiente. Los druidas establecieron entonces una relación entre el Sol, la Luna y las estrellas, lo que les permitió crear un calendario sagrado y lunar de 13 meses, de 28 días cada uno (con un día intercalado fuera de cuentas), de interpretación bastante complicada). Esto ha servido para que algunos investigadores hayan elaborado todo un zodiaco lunar céltico correspondido a cada mes de un signo druídico vegetal, empezando con el abedul (del 24 de diciembre al 20 de enero) y terminando con el muérdago (el 23 de diciembre, el día sin nombre)”.

Una historia festiva que también se encuentra bajo la influencia de las festividades islámicas y los ciclos lunares.

“Los antiguo árabes creían en la existencia de días fastos y nefastos, creencias de origen preislámico -afirma Callejo-. Conocieron este procedimiento pero Mahoma abolió esta práctica e instauró una que sigue fielmente hasta nuestros días: un calendario lunar puro de doce meses. Cada dos o tres años se añade un día más para ajustar exactamente las lunaciones, sin que exista ninguna corrección solar por lo que no es posible ninguna equiparación con el nuestro. Por lo que se refiere al tiempo sagrado, se observa un hecho original respecto a otras religiones, y es la carencia de días festivos en el Islam. Alá es el señor del tiempo y de la vida, no tiene necesidad de que le consagren un día particular”.


RITOS DE FUEGO, AGUA Y AIRE PARA CADA FESTIVIDAD

Fiestas de todo tipo que, como descubrirá el lector en la obra de Jesús Callejo, se encuentran ligadas a diferentes rituales que varían en función de dónde y cuándo sean llevados a cabo. Desde ritos de fuego que derivan del aprovisionamiento de luz solar para la vida del hombre, los animales y las plantas, encendiendo fuegos que imiten al gran Sol y purificar, quemar o destruir las influencias dañinas de brujas, demonios y monstruos.

“En la actualidad -afirma Jesús Callejo- se realizan práctica arriesgadas con el elemento fuego, muchas de ellas totalmente desvirtuadas de su sentido original y ritual. Tanto en California, en Nueva York o en Hawai se ha puesto de moda un nuevo juego de sociedad, que no es otro que andar sobre brasas candentes. Y digo que ha perdido todo su contexto, ritualista y simbólico, porque no se realizan en las fechas y fiestas solsticios sino cuando les viene en gana; y porque lejos de funcionar como un rito de iniciación y purificación se ha convertido en una ceremonia mercantilista, con asistencia previa a un curso de preparación que cuesta alrededor de 500 euros con derecho a quemaduras de tercer grado”.

Pasando por las ceremonias de agua y la recogida de vegetales, hierbas y plantas medicinales a la salida del Sol para que así mantengan sus virtudes.

“Algunas flores -expone Callejo en su obra- tienen que ser necesariamente recogidas a lo largo de esta noche y día, para luego ser utilizadas en diversos procedimientos. Por citar tan sólo algunos ejemplos diremos que la flor del saúco es utilizada para lavar las heridas del ganado y para aliviar el dolor de muelas. En dicha mañana, en el País Vasco, se clavaban cardos borriqueros en las puertas de sus caseríos porque los creían salutíferos y preventivos de dolencias en los animales. En chía, valle de Benasque, las tormentas podían conjurarse con espliego cortado la noche de San Juan”.

Rituales enmarcados dentro del ámbito antropológico de las fiestas que cada año se celebran. Descubrirlas, saber como nacieron, por que se empezaron a festejar y tener conocimiento de las liturgias, muchas de ellas desconocidas, que se practican son parte de lo que el lector encontrará en el libro de Jesús Callejo titulado FIESTAS SAGRADAS de la Editorial Aladena.


"Enumerar, agrupar, comparar y ordenar las festividades es una de las características que destaca en la obra FIESTAS SAGRADAS de Jesús Callejo"
portada Fiestas Sagradas: Entre Lo Sagrado Y Lo Pagano
ENCUENTRO CARA A CARA ENTRE LOS DOS AUTORES
Biblioteca Del Viajero

- FIESTAS SAGRADAS, de Jesús Callejo.
- TIEMPO DE FIESTA, de Miguel Roiz.
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