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José Luis Gutiérrez Molina
 por Pedro M. Valenzuela

José Luis Gutiérrez Molina es uno de los historiadores actuales que mejor conoce el anarquismo y su influencia en la realidad social y económica del último siglo, contribuyendo especialmente con sus conferencias, artículos, colaboraciones y libros a la Recuperación de la Memoria Histórica. En 2008 ha editado con Almuzara CASAS VIEJAS. DEL CRIMEN A LA ESPERANZA, obra que recupera las figuras de Miguel Pérez Cordón y María Silva "La Libertaria", dos vidas unidas por un ideal.
portada Gutiérrez Molina
Con su amplia bibliografía y su didáctica labor como historiador, lleva muchos años luchando por la recuperación de la memoria histórica: parte de su obra consiste en rescatar nombres manchados y olvidados por la desidia de las autoridades y la herencia del franquismo.
Sí, pero no sólo por la desidia de las autoridades y la mala fe del franquismo, sino por la vigencia de una serie de recuerdos que el franquismo nos ha dejado que van más allá de la desaparición de la propia estructura franquista, y entre ellos está el deseo de amnesia y las políticas del silencio o los miedos que se han ido transmitido de padres a hijos, e incluso a nietos, que siguen vigentes de forma que hoy día parte de nuestra historia más reciente no solamente no se conoce sino que se pretende que esté prácticamente desaparecida y olvidada. En este sentido, el mundo libertario, por la dificultad que tiene de encajar en este mundo liberal capitalista en el que vivimos, es uno de los principales damnificados, por lo que no sólo hay que luchar contra las políticas de olvido, también hay que hacer frente a otras cuestiones como la malinterpretación o incluso la difamación de esas ideas.

Por poner un ejemplo, se suelen achacar los excesos que se dieron en la zona revolucionaria prácticamente a la responsabilidad del mundo libertario, lo cual no resiste una mínima aproximación de carácter científico, ya que por ejemplo habría que responder por qué en Castilla La Mancha, donde el anarcosindicalismo no había tenido especial difusión, se cometieron excesos mayores de los que se dieron en zonas de tradición anarquista como Cataluña. Por otro lado hay personas como Miguel Pérez Cordón, que como director del periódico CARTEGENA NUEVA en Abril de 1937 logró que se cerrara una de las checas existentes en Murcia; fue la denuncia realizada en los periódicos cenetistas (CARTEGENA NUEVA, de Cartagena, y CONFEDERACIÓN, de Murcia) donde se sacó a la luz pública, y costó el cierre del periódico, la existencia de esa cárcel ilegal. Por un lado hay que rescatar estos hechos del silencio y el olvido, y por otro poner de manifiesto que el mundo anarquista, el mundo libertario, no es ese mundo ligado a atentados, sangre, excesos o a los incontrolados como habitualmente se presenta.


Entonces no es casualidad que la imagen que actualmente se nos pretende transmitir de los anarquistas sea la de desestabilizadores de la ii república en lugar de promotores de la revolución del 36.
Claro, independientemente de la presencia de sectores revolucionarios o que sobrepasaban los planteamientos reformistas republicanos, que no solamente eran cenetistas o anarcosindicalistas, como los federales de Eduardo Barriobero o la Izquierda Radical-Socialista de Botella y Ortega y Gasset (Eduardo), yo creo que el problema de II República es que no fue capaz de llevar a cabo parte del programa reformista propuesto. En el caso del campo andaluz, al menos en la zona latifundista del Guadalquivir, la política tardía y muy descafeinada de reforma agraria no sólo no colmaron las esperanzas sino que llevaron al desencanto, por lo que la actitud de sectores como el anarcosindicalista fue exigir más allá de ese programa reformista, con lo que compartirían parte de la responsabilidad con los propios reformistas.

Cuestión a parte de los programas revolucionarios, es que la oposición a la República por parte de la extrema derecha no surge a raíz de la matanza de Casas Viejas, sino que surge desde el mismo 14 de Abril. Casas Viejas es un hecho más que se quiere utilizar para la reestructuración de los sectores antirrepublicanos, pero no es responsabilidad ni del programa revolucionario de la CNT, ni mucho menos de los campesinos de Casas Viejas: es una línea de conducta por parte de la extrema derecha española que viene desde el día siguiente de la proclamación de la II República, cuando ya se empieza a conspirar contra ella. Recordemos que antes de Casas Viejas está Agosto del 32, la Sanjurjada; no necesitaban un ‘Casas Viejas’ los monárquicos o la extrema derecha española, es un elemento que les viene a mano, entre otras cosas, por la torpe actitud del gobierno que intenta ocultar algo que no se debería haber silenciado porque había que establecer diferencias de actuación respecto el régimen monárquico.


¿Cómo fortaleció a la derecha la desunión en el fondo y en las formas de los partidos, sindicatos y agrupaciones de izquierdas?
Ésa es una pregunta muy general. Los sucesos de Casas Viejas son utilizados como arma política por la derecha cuando se reabren las Cortes; si el gobierno de Azaña hubiera asumido la responsabilidad desde el primer momento, la utilización política de los sucesos por parte de la derecha no hubiera tenido tanto calado, pero el no asumirlo e intentar que las responsabilidades quedaran al nivel más bajo (al nivel del ejecutor directo, el Capitán Rojas), dio facilidades para convertir estos sucesos en uno de los argumentos centrales de la campaña electoral de Noviembre de 1933.


Entonces, ¿tienen los sucesos de casas viejas la importancia que se le da o habría existido otro motivo para la caída del gobierno?
Habría habido otro motivo. La actitud de la derecha era de oposición y boicot a la II República desde su misma proclamación. Casas Viejas vino a facilitar el proceso de reorganización de la derecha que se estaba llevando entorno a la CEDA, sirviendo además como argumento político para las elecciones de 1933. De no haber utilizado estos sucesos, en el primer bienio se producen cerca de 300 muertos en conflictos sociales: Arnedo, Medina-Sidonia, Chipiona… había muchos lugares donde se habían producido casos parecidos. La importancia que tiene Casas Viejas es la brutalidad del crimen, estamos hablando del asesinato a sangre fría de doce personas (doce fueron los campesinos sacados de sus casas para ser asesinados).


¿Está relegado el anarquismo a ser pieza de museo y de historiadores o tiene cabida en la sociedad actual?
El anarquismo es una obra humana, por lo que tiene un periodo de nacimiento, estructuración, evolución y desaparición; en este sentido el anarquismo es perecedero como ‘ismo’, pero aporta unos elementos diferenciadores de todas las culturas transformadores nacidas al compás del capitalismo, y es que se dirige no a la clase social, sino al conjunto de la humanidad, considerando que hombres y mujeres, independientemente de su clase social, pueden ser protagonistas de un cambio social, de la construcción de una sociedad nueva. Así el anarquismo tiene una proyección que va más allá de la coyuntura histórica, ya que es una configuración determinada en un momento determinado que adopta una estructura, organización y contenidos ideológicos, pero que no se agotan con uno, porque mientras que exista una sociedad injusta existirá gente que luche contra la injusticia, mientras que exista una sociedad que oprima existirá quienes se rebelen… que se llame anarquía o no es una cuestión menos relevante.


"La importancia que tiene Casas Viejas es la brutalidad del crimen, estamos hablando del asesinato a sangre fría de doce personas (doce fueron los campesinos sacados de sus casas para ser asesinados)."



Con ±casas viejas. del crimen a la esperanza² termina la trilogía dedicada a escritores ácratas que colaboraron con ±la novela ideal². ¿qué le ha supuesto, sobre todo en difusión, publicar con una gran editorial como almuzara?
La diferencia ha estado en que la distribución ha llegado a librerías y puntos normales de venta, desmintiendo la falta de interés en estos temas (la primera edición se ha agotado en un mes) y facilitando una capacidad de convocatoria que de otra manera cuesta mucho más trabajo, porque no es lo mismo tener que buscar una serie de libros en circuitos determinados que pueden ser conocidos o no, que encontrarlos en una librería. Los libros no son tan dificultosos de escribir y editar como de distribuirlos, es un problema de los libros, el cine…


Usted lleva trabajando muchos años sin una gran distribución para sus publicaciones. ¿cómo se puede ±competir² con ciertos revisionistas mucho más mediáticos aunque menos profesionales?
Me cuesta trabajo llamar historiografía a lo escrito por autores revisionistas, pueden ser publicistas, panfletarios, libelistas, pero no historiadores. Que lo vendan como ‘historia’ es problema de las editoriales que así lo consideren, y es problema de la sociedad española que acepta la situación a la que hemos llegado de desinformación y falta de libertad, en el sentido de que para ser libre hay que tener la posibilidad de elegir. Desde el punto de vista comercial, también hay que tener en cuenta que muchas personas pueden llegar a comprar esos libros pensando encontrar algo diferente a lo que hay dentro, y eso sucede porque lamentablemente la capacidad de elección, información y por tanto de decisión de la sociedad española es francamente escasa. El éxito o la vigencia de la historiografía revisionista corresponde en parte a la situación de la sociedad española, pero fundamentalmente la campaña de promoción política y mediática realizada durante el gobierno de Aznar.


Su último libro es un homenaje a ±la libertaria² y miguel pérez cordón, dos personas excepcionales que vivieron en las mismas circunstancias que otros miles de españoles.
Miguel Pérez Cordón y María Silva fueron dos de los muchos cientos de miles, no sólo militantes anarcosindicalistas, sino de personas de distintas clases sociales y distinta militancia que pensaban en los años 30 que otro mundo era posible; cada uno con sus diferencias, unos con el comunismo libertario, otros con una auténtica república de trabajadores (como decía la Constitución de 1931), no siendo exclusivo de los sectores anarquistas pensar en vivir en un nuevo mundo libertario. Es lo que en otros libros defino como la existencia de una cultura radical en España, que de alguna forma hace que el fracaso de un golpe de estado, como el del verano del 36, se convierta primero en una revolución y después en una guerra a medida que la revolución va languideciendo o siendo coartada.

Lo que siempre intento es poner de manifiesto que ni toda la historia es como nos la han contado ni lo que nos cuentan es toda la historia, hay otras partes y otras visiones que, por lo menos, hay que tener la oportunidad de conocerlas.






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1 - Casas Viejas. Del Crimen A La Esperanza