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F. J. Sánchez Collantes
 por Adolfo Ruiz

portada Sánchez Collantes
Hace dos meses que ha salido la novela. ¿qué tal va?
Bien, ha tenido una distribución aceptable y me consta que ya hay bastante gente que la ha leído. También me han llegado opiniones en general positivas tendiendo a muy positivas. Te hablo tanto de opiniones de gente que me conoce como de gente que no me conoce para nada y que me han llegado por distintos cauces. En general la gente se queda bastante sorprendida, lo cual me halaga. El hecho de que sea un consenso variado y general creo que le da un valor a la novela al margen de algunas críticas puntuales.


¿Cómo cuáles, por ejemplo?
Por ejemplo, comentarios acerca de la técnica empleada en algunas partes, la aparición tardía de un personaje protagonista que eclipsa al que se pensaba que iba a ser el protagonista principal, igualmente con el tema inicial de la novela que luego queda bastante relegado incluso poco desarrollado. En contraposición está esa impresión final de quedarse absorbido, asombrado, encantado con la novela y también pasajes, partes e incluso capítulos enteros que se consideran muy buenos, incluso sobresalientes.


Bueno, yo la he leído y estoy en parte de acuerdo. ¿cuál es tú opinión al respecto de esos aspectos, digamos, criticables?
Mi opinión es, evidentemente, parcial. Yo pienso que todo eso forma parte de un conjunto que es coherente y no improvisado. En primer lugar la técnica empleada es la de narrar en primera persona por parte de los dos personajes protagonistas, lo cual hace que destaque su personalidad y forma de ver las cosas con respecto a los demás, y creo que da personalidad a la novela. Por otra parte prescindo casi por completo de aclaraciones y apostillas tipo “dijo este o respondió el otro” en los diálogos porque, sencillamente, no me gustan y odio escribir así. Eso lleva a una técnica algo inusual pero no imposible ni incomprensible y que creo que he utilizado con soltura.


Ya, pero ¿por qué el otro personaje aparece tan tarde y prácticamente hace desaparecer al primero?
Eso crea un giro inesperado que a mi me gusta mucho. Luego los dos personajes siguen cada uno una trayectoria paralela y fuertemente relacionada, pero no coinciden ni saben el uno del otro. Es otra peculiaridad. Mientras tanto creo que he logrado mantener el pulso de la intriga y que nada sea previsible. Es como yo veo las cosas en general, inesperadas e imprevisibles. Sí todo fuese previsible consideraría la novela bastante aburrida. Tampoco las cosas que te suelen ocurrir siempre son previsibles.


¿Y lo de la trama inicial?
También va al hilo de lo anterior. Esa historia es la que está en la superficie, la que reflejan los medios, la que todo el mundo conoce, pero que luego no satisface la expectación que suscita aunque consigue sus objetivos. Y detrás o debajo está un submundo desconocido. Yo veo la realidad así. Lo que sabemos de la realidad es sólo de oídas, lo que vemos en la televisión, lo que oímos en la radio, lo que leemos en la prensa. Es lo que nos venden pero la realidad es otra que sólo la conocen los que están inmersos en ella. Rara vez esos submundos salen a flote y aún así seguimos sabiendo de ellos la versión que nos dan los medios. Creo que la novela tiene muchas y variadas lecturas y eso creo que es bueno.


¿Y no piensas que puede haber una falta de técnica en tu novela?
En absoluto. No creo que exista una falta de técnica, simplemente que la técnica no es del todo ortodoxa. Pero sí precisa. Opino que la literatura en general adolece de que prácticamente nadie arriesga lo más mínimo con tal de no salirse de la técnica estándar, cosa que no ocurre con las artes plásticas, por ejemplo, donde todo el mundo busca salirse de la norma. También porque es lo que vende, y todo al fin y al cabo está dentro de un mercado con el que que hay que vivir. Salirse de la norma lo veo más interesante siempre que se haga con coherencia. Salvo excepciones a la hora de escribir nadie experimenta lo más mínimo. Creo que esa corriente vanguardista o experimental se acabó o acabaron con ella en los años 70 o así. Y en general se da por bien enterrada.


¿Ciencia-ficción o novela negra? ¿en que quedamos?
Bastante ciencia-realidad aunque todo es ficción. También bastante negra aunque me han dicho que es más luminosa de lo que refleja la portada. En eso no estoy de acuerdo. Yo la veo bastante oscura. Ya he dicho que tiene muchas lecturas. Al principio puede que sea feliz pero luego se complica y no todo va bien. También sucede así en la vida real según yo lo veo.


Por lo visto trasladas mucho de tu forma de ver las cosas a la novela ¿es eso premeditado?
Premeditado o no, es así en este caso. Pienso que escribir sin poner parte de ti mismo en lo que escribes no creo que sea siempre posible o acertado. Sea ficción o esté basada en hechos reales, siempre hay algo de ti; no creo fácil, por lo menos para mí, hacer una novela como una crónica impersonal. Balzac dice en el prologo de PAPA GORIOT que esto no es una novela, todo es verdad. Es decir, que el escritor ahí es un mero observador que narra con una técnica y un estilo pero que no está haciendo una novela. En fin, supongo que eso dependerá del tipo de novela, el estilo y el autor. Por poner un ejemplo, Kafka sería según ese punto de vista un novelista absoluto. Todo lo cuenta y lo crea reflejando su mundo interior.


¿Te gusta kafka?
Me gusta Kafka y también Balzac. Puede que tenga más de Kafka que de Balzac y bastante de F. J. Sánchez Collantes.


He notado que la novela es bastante blanca en el lenguaje y las expresiones. tampoco hay sexo o escenas violentas o fuertes. ¿hay alguna razón especial?
Yo creo que sí hay emociones fuertes, aunque también puede que tenga una parte bastante fría. Respecto al lenguaje, odio sobremanera el lenguaje y la escatología vulgar que se utiliza habitualmente en muchas novelas actuales. O que más bien se mete sin venir a cuento. Parece que si no metes una escena de sexo explícita o no cuentas algo vomitivo no estas en la onda. Aquello del lenguaje llano u ordinario no me ha inspirado en este caso. No estoy de acuerdo en que no haya escenas de sexo. Hay dos, en una tiene que poner demasiada imaginación el lector y es escandalosa y otra está descrita de forma bastante parca, sutil o delirante. Propongo a los lectores que las busquen. Eso sí, no hay ninguna explícita. Todo es más sugerido, interpretable.


"Opino que la literatura en general adolece de que prácticamente nadie arriesga lo más mínimo con tal de no salirse de la técnica estándar, cosa que no ocurre con las artes plásticas, por ejemplo, donde todo el mundo busca salirse de la norma."



¿Y las emociones fuertes o escenas violentas?
Ya te digo que no hay una descripción explícita de todo esto. Forma parte de la técnica narrativa. Los personajes principales no le están contando nada a nadie, salvo a sí mismos y, de esa forma, se transmite la novela. Pero lo imaginas perfectamente porque parece que lo estas viendo desde fuera y que ellos lo están viviendo realmente. Tu estás en su pensamiento y escuchando los diálogos. También hay bastante ejercicio lingüístico, reflexivo e, incluso, estético más que descriptivo. Pero pasan cosas fuertes o incluso puede que escandalosas. Pero bueno, hoy en día no nos escandalizamos por nada o montamos una polémica por cualquier tontería.


¿No crees que la gente se interesa más por lo amarillo, lo rosa, y todo lo que crea polémica?
No creo que crear polémica sea malo por lo menos para la literatura. Otra cosa es que se explote en la televisión o en los periódicos o las revistas. No creo que todo sea bueno si hace que la gente vea la televisión porque la gente ya ve la televisión. O que haga que la gente lea revistas de cotilleo porque la gente ya lee revistas de cotilleos. Es como fomentar que la gente vea o vaya al fútbol porque ya está bastante fomentado. La literatura no tanto y si la polémica hace que se lean libros bienvenida sea. No se lee tanto, aunque no conozco las estadísticas; creo que se compra más de lo que se lee. Aunque eso tampoco es malo. A lo mejor por ese camino alguien llega a leer, que te digo yo… a Francisco Umbral o a Francisco S. Collantes.


Hay muchas referencias a mozart, miguel Ángel... ¿ha habido alguna motivación especial para referenciarlos? ¿son tus músicos o pintores favoritos?
Mozart no es mi músico favorito ni Miguel Ángel mi pintor ídem. Me gustan bastante, eso sí. Hay referencias a ellos porque representan quizás lo sublime en el arte o la cota más alta que creo que se puede conseguir desde el punto de vista artístico. Y eso forma parte de cierta idea que se repite en la novela. La genialidad, lo sublime, lo trascendente, lo inmortal, lo eterno pero ni de lejos es algo que persigo, es algo que me interesa desde el punto de vista biográfico o histórico. También aparece algo de Leonardo da Vinci pero no se menciona su nombre y está muy camuflado. Hasta que pase un tiempo y debido a EL CÓDIGO DA VINCI, Leonardo no va a ser una referencia original.


Dinos algo de tus pintores, músicos y escritores favoritos.
No tengo demasiados favoritos ya que la etapa de rendir culto la tengo algo superada. Tengo más devoción por gente de andar por casa o más normalitos que por genialidades excelsas. También por malditos o supuestos malditos y, en general, los que son desconocidos o no caen bien a nadie me suelen resultar simpáticos o interesantes. Tengo algo de gusto extraño por los perdedores pero, bueno, me gusta todo.


¿Por ejemplo?
Por ejemplo, en la música y sin encasillarlo en ninguno de los grupos anteriores, Josele Santiago, ahora en solitario, me parece un tío cabal, nunca mejor dicho, aunque no disimulo una predilección que viene de lejos. Escritores no tengo ningún favorito. Pintores... bueno, Andrés García Ibañez me mola mazo. Es de aquí de Almería, de Olula del Río. Bueno, sí, escritoras, poetisas, María Eloy-García, me parece bastante creíble. En general tengo afición por gente que no está en las nubes. O sí, no lo sé. No conozco personalmente a ninguno de ellos.


Cuéntanos algo de tu forma de trabajo.
En este caso hubo dos partes. La primera la empecé a escribir en Septiembre de 2005 con horarios y ritmos inflexibles. Antes de ir al trabajo, entre las 6:30 y las 9:00 y entre las 14:30 y las 16:00, los fines de semana recuperaba bastante cuando no había sido factible la disciplina durante la semana. Así pasé al menos cuatro meses. Luego tuve un parón de varios meses y la finalización fue caótica. Cuando podía o tenía fuerzas. Eso sí, escribía a lo mejor cinco horas seguidas un domingo por la tarde. Esto coincidió con un período bastante complicado para mí por cuestiones de trabajo y otras. Luego mucho corregir, reescribir, aunque no demasiado, sobre todo corregir y trabajar en la edición.


¿Cómo conseguiste publicar? ¿te rechazaron muchas editoriales?
No me rechazó ninguna editorial porque no me dio tiempo a mandarlo a ninguna. Cuando la terminé y de forma casual conocí al editor y se la dejé para que la leyera algunos meses más tarde. El resultado ya es conocido y está a disposición de todo el mundo. Tampoco pensaba que fuese práctico mandarlo a editoriales que difícilmente la van a leer si no te conocen de nada. La verdad es que no estaba muy preocupado por todo esto. Tenía cierta inquietud pero ya está. Más bien estaba pendiente de otros temas, trabajo y todo eso.


¿Y ahora? ¿cómo lo llevas? ¿crees que sería de interés para otras editoriales?
Bueno, lleva dos meses editada, es pronto. Por lo pronto me preocupa que sea de interés para los lectores y para los medios. Y que funcione el boca a boca que es bastante efectivo. Por ahora no estoy descontento con la editorial y apuesto por ella como ella ha apostado por mí. Seguimos trabajando porque el libro no se acaba con la impresión, más bien empieza una vez editado. Estoy más volcado con él porque ahora es una realidad y antes era un proyecto terminado que podía materializarse o no. Tampoco pienso mucho ahora en otras editoriales.


¿Y para otros proyectos? ¿tienes alguno?
Algo hay. Lo que lamento es que no tengo la disciplina, la energía o el tiempo adecuado igual que antes. Yo prácticamente nunca he dejado de escribir. Otra cosa es que lo que escriba lo dé por válido o no o tenga un forma presentable o estándar. Disfruto mucho escribiendo porque cinco minutos antes no tengo ni idea de lo que voy a escribir y una hora después pienso que estoy haciendo algo sublime. Luego en frío soy más autocrítico pero aún así sigo pensando que es sublime porque lo he hecho yo. Creo que le pasa a casi todos los que escriben. Luego te das cuenta de que doscientos escriben, publican, venden y se lo montan mejor que tú. Entonces dejas de verlo tan sublime. No obstante sigues en otro momento. Y a lo mejor así sale algo que merezca la pena.






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