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Antonio Carreño
 por Adolfo Ruiz

(Entrevista realizada en un pub de Almería después de una actuación en un café-teatro).
portada Carreño
¡Qué jeta le echas cuando actúas!
¡Que va! Lo que ocurre es que uno se aprovecha de su situación "privilegiada" con respecto al público. Tú estás en el escenario, los focos te iluminan, el público te mira exclusivamente a ti (salvo que por la puerta entre una Kim Bassinger o un George Clooney) y le da un miedo atroz que te acerques a él, el texto y todas sus posibles alternativas sólo son conocidas por ti… son demasiadas bazas a tu favor para que pierdas la partida cuando se abre el telón, aunque todo puede pasar en directo…


Así te será fácil ligar. actor de comedia, ahora escritor¥
Eso es lo que todos se creen. “Seguro que con tu verborrea, tu falta de vergüenza, tu cara de bueno e inocente... Lo tuyo es llegar y besar el santo”, me dicen algunos. Si te digo la verdad no te lo vas a creer, desde que me subí por primera vez a un escenario ligo menos que la rana Gustavo y don Pimpón juntos. Yo soy un tímido recalcitrante y me da pavor acercarme a ellas, por eso al principio de cada actuación me dirijo a las mujeres y les digo que soy fácil y que no me importa que sean viudas, solteras, casadas, cansadas o arrepentidas… sólo quiero que sepan que los feos también existimos.


La improvisación juega un papel importante en el espectáculo, incluso sacas al escenario a alguien del público, ¿no es un riesgo?
Sí, pero en eso consiste la salsa del directo. Si estuviera todo milimétricamente estudiado y ejecutado no tendría la frescura o la espontaneidad que demandan los espectadores. Y, además, nuestras propias equivocaciones son otro motivo para que el público se implique y colabore con mayor vehemencia. Eso es la magia del teatro, todo puede suceder en el escenario.


Veo que hay una gran complicidad con tu compañero vicente corredera. sin miraros os entendéis perfectamente¥
Eso parece. Es que si no fuese así sería un problema. La suerte que tenemos los dos es que nos llevamos estupendamente tanto dentro como fuera del escenario. Él es un apoyo necesario y vital para mí. Aparte de ser un estupendo músico, hizo sus pinitos como actor y entiende cada duda, cada vacilación, cada desconfianza que pueda tener yo. Es un lujo actuar con él.


Me ha sorprendido el formato del montaje teatral: mezcláis el rock con la comedia¥
Sí, pero no son dos cosas independientes, se acoplan en cada número cómico. Van cogidas de la mano, una sin la otra no tiene sentido. Al público le damos doble ración por el precio de una.


Hablemos del libro vis a vis (historias de la noche)¥
Eso digo yo, para eso has venido esta noche… pero antes déjame pedir una copa ¿tú lo de siempre? (...)


Quien vaya a leer este libro, ¿qué se va a encontrar?
Historias que, como un tren de cercanías, como un pariente rico, nos son próximas, semejantes, afines… cada lector podrá comprobar con sus propios ojos cómo la noche (único hilo conductor del libro) puede ser maravillosa e inolvidable y, al mismo tiempo, cruel y despiadada. Intento reflejar momentos o situaciones (ya sea en soledad, en pareja o en grupo) donde todos hemos pasado por ahí, en mayor o menor medida. Y el que diga lo contrario miente.


Dicen que se suele escribir de lo que se conoce¥
No, no es mi caso, ya me gustaría a mí. Lo que pasa es que tengo amigos que cuentan más de la cuenta y, sin ellos saberlo, son las musas que me inspiran cada poema o relato.


¿Por qué la noche?
Porque de día las apariencias deslumbran más y son espejismos que con la primera caricia se evaporan. Además, la noche es mucho más excitante, en ella uno es más auténtico, más verdadero y, por consiguiente, más proclive a mostrarse tal cual es, con todos sus defectos y virtudes.


"de día las apariencias deslumbran más y son espejismos que con la primera caricia se evaporan. Además, la noche es mucho más excitante, en ella uno es más auténtico, más verdadero y, por consiguiente, más proclive a mostrarse tal cual es, con todos sus defectos y virtudes"



¿Por qué tanto perdedor?
Porque los del fueron felices y comieron perdices son previsibles y, en cierto modo, aburridos… pero, qué le ocurrió al derrotado, al vencido, a ese Capitán Garfio de los deseos que nadie quiere besarlo, que todos lo dejan arrinconado en las galeras…


¿Tan extraños son los sucesos a esas horas?
Usted sabrá, que ha compartido conmigo algún que otro amanecer.


¿La envidia es muy mala?
Sí; y, además, enfermiza. Una vez leí en una pared lo siguiente: "Mi talento es casi tan grande como tu envidia”. ¡Grandioso! Es imposible en tan poco decir tanto.


¿Me puedes confesar quién es la protagonista de "versos de la tristeza"?
Es de las pocas historias que son autobiográficas. Ya sabes que de puertas para adentro soy un caballero y jamás comento los secretos de alcoba. Ella lo leyó y no le gustó mucho. Intenté ser fiel a la realidad, pero al ser juez y parte...


Cada texto rezuma un halo de pesimismo.
La verdad es que sí. Pero no es premeditado. A lo mejor es mi estado natural y hasta hoy no lo sabía. Los tiempos que corren actualmente no son para tirar cohetes y eso se ve reflejado en cómo los psiquiatras se están forrando a nuestra costa.


¿Tan mal acaban las grandes historias de amor?
Por eso son grandes. Lo vemos en el cine (LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ, CASABLANCA, VACACIONES EN ROMA…), en la literatura (CUMBRES BORRASCOSAS, MADAME BOVARY…), en el teatro (ROMEO Y JULIETA, FAUSTO, LA DAMA DE LAS CAMELIAS…). De tanto tensar la cuerda de las pasiones acaba por romperse.

Aunque dicen que hoy el amor ya no existe y sólo nos queda el interés y la conveniencia ¡qué pena!


Ha sido un placer, antonio.
Y para mí mucho más.






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