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| Nuestro Estado De Derecho
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| por Francisco J. Vázquez
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Cada día, al abrir y leer un periódico, al escuchar las tertulias de la radio o ver los noticieros en la televisión, nos encontramos que se hacen multitud de referencias a términos que, no por ser usuales y aparentemente familiares, resultan conocidos en cuanto a su significado pleno. No es de extrañar que palabras como monarquía parlamentaria, estado de derecho, estado del bienestar, mandato representativo, sufragio universal, principio de competencias o principio de representación sean vocablos que todos somos capaces de entender, pero que pocos sabemos o conocemos exactamente qué significan.
Análogamente, también son muchos las figuras y órganos, tanto judiciales como ejecutivos o legislativos, de ámbito nacional, autonómico o local, que mencionamos u oímos mencionar a diario y de los que prácticamente lo desconocemos todo. Ni composición, ni modo de actuación, ni ámbito jurisdiccional....
Resulta cuanto menos curioso y paradójico comprobar cómo usamos con tanta ligereza un lenguaje cargado con una terminología y una serie de conceptos que no entendemos. Y es eso lo que debería hacernos recapacitar y plantearnos que hay muchas cosas (siempre demasiadas), dentro de lo perteneciente al ámbito de nuestro estado de derecho, de nuestra constitución, de nuestro sistema de libertades, que deberíamos saber y comprender para poder no sólo ser mejores ciudadanos, sino también para conocer más y mejor, y hacer uso de ellos, todos los derechos que nos asisten como individuos.
"Nuestro Estado De Derecho", de Amalia Albero Gabaldón, es sin lugar a dudas la solución, en parte, al desconocimiento profundo que tenemos en todas estas materias y cuestiones. Es quizá ese libro que todos deberíamos haber leído para que de una manera clara y sencilla entendamos, de una vez por todas, nuestro sistema político, el que rige nuestras vidas.
Así, los que se adentren en esta obra descubrirán cómo la autora explica con sumo detalle aspectos que van desde cómo funciona el Tribunal Supremo a detallarnos cómo funcionan y cuáles son los elementos del sistema electoral, pasando por los tipos de sistemas democráticos, las fórmulas proporcionales de representación, modelos de ordenación territorial, la organización y separación de poderes, la organización de las Cortes o incluso los distintos tipos de control que pueden ejercerse sobre el gobierno, por poner algunos ejemplos.
La mayor virtud de este libro, amén de por su contenido, es el hecho de que es sumamente didáctico. Si bien puede parecer a primera vista que vamos a encontrarnos con un libro de carácter jurídico y encaminado hacia el estudio del derecho, podemos afirmar que nada más lejos de la realidad. Es un libro apto para todos, abierto a aquellos que se mueven dentro del mundo político con soltura y a aquellos que por curiosidad, ganas de saber o mera coincidencia se quieran acercar a esta obra.
También es justo mencionar que no sólo su contenido es sumamente completo y detallado, sino que al finalizar la obra se da información adicional para que el lector pueda optar por ampliar conocimientos. Además de la socorrida bibliografía utilizada o consultada nos encontramos con un listado de direcciones electrónicas a las que acceder en caso de ser necesario, relacionadas todas con instituciones políticas. Y por último, aunque no por ello menos importante, señalar que hay también un cuestionario que evaluará nuestra asimilación del contenido de la obra.
Pocas veces un libro tan completo ha estado al alcance de tantos. Es, sinceramente, de los que no pude dejarse escapar a fin de ampliar nuestros conocimientos políticos, un tema el de la política que aunque parece estar al margen de muchos, nos incumbe a todos.
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