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portada Maniobras Privadas
Ficha del Libro:

Título: Maniobras Privadas    comprar
Autor: Valentí Puig
Editorial: Alfaguara
I.S.B.N.-10: 8420447463
I.S.B.N.-13: 9788420447469
Nº P´gs: 200


Maniobras Privadas
por Antonio Ruiz Vega

  Publicado en 1998 en catalán y aparecido luego en castellano, estas "Maniobras Privadas" son una colección de cuentos que han merecido el Premio Nacional de la Crítica.

Valentí Puig se muestra aquí como un narrador maduro, con abundantes y variadas referencias culturales, que adopta un personal punto de vista. Un punto de vista que creo es elusivo, es decir, que no se muestra, lo que importa es el cuento, la literatura, y en cada cuento la voz es distinta, pero hace que nos olvidemos de ella, que entremos en el ambiente que nos propone y profundicemos en los personajes.

Valentí Puig controla completamente los mundos en los que se mueve. Tanto que es hasta difícil de creer que muchos de sus cuentos no son autobiográficos (hay algunos que pueden serlo, claro, pero otros, quizá los mejores, de ningún modo, por puras razones cronológicas). Nacido en el cuarenta y nueve, Puig no pudo conocer el mundo de la Francia petainista de Vichy que describe en el genial Nora Bens (ese mundo denso de las novelas de Leo Mallet, yo no hubiera desaprovechado la ocasión de hacer aparecer a Brassillach o a La Rochelle) donde el protagonista es un diplomático diletante y mujeriego que tras conocer un amor tórrido con una doncella italiana –Sandrina– termina liado con una cincuentona mucho mayor que él, un personaje enigmático, la hebrea petainista Nora Bens que sin embargo acompaña al viejo mariscal a su exilio de Sigmarigen. Que confiese haber usado la carpintería de "La Dernière Année De Vichy", de André Brissaud no resta méritos a este breve y densísimo cuento que, desde las primeras líneas, hace que sintamos respeto por las capacidades literarias de Puig.

Tampoco ha podido vivir Puig el mundo de Arcadia, con los ambientes provincianos de la posguerra, cuando un grupo de amigos acuden a una provincia aragonesa que se intuye Teruel invitados por un antiguo alumno ahora Gobernador Civil ("de los de entonces") que les invita a cuchipanda y colofón ("puro, copa y puta"), terminando uno de los contertulios, el narrador, descubriendo en el burdel a una mujer rotunda, que describe morosamente ("racial, pelvis armoniosa y marina, hombros cartagineses, pezones eréctiles y negros como una piedra antigua..."). Están con la faena y el gobernador tiene que salir a escape. Ha aparecido el cadáver de una niña estrangulada y al poco se descubre que es la hija de Arcadia, la puta (la "Gran Puta"). Esplá, que así se llama o se apellida el narrador, pasa 15 días metido en el burdel encoñado hasta las trancas, una vez que sus amigos, concluida la visita a la Oscura Provincia, regresan a Cataluña. El gobernador, buen anfitrión, le presta dinero para su correría y otro tanto hace el secretario del Poncio, comprensivos con la súbita pasión. El resto de su vida Esplá, modestísimo pasante de notario, volverá una y otra vez al recuerdo de Arcadia.

"Un amigo: Lambert Fiol" hay que tomarlo como la semblanza real de un amigo recién fallecido, a los cuarenta años, presuntamente por el alcohol. La prosa parece de otros tiempos, del XIX, y también, porqué no, salvo algunos detalles, podría serlo la vida intensa de Fiol. Un tipo de persona que podemos conocer todavía en la sociedad actual, relevantes, que puestos en otro ambiente hubieran devenido en intelectuales de tronío, pero que la vida, las circunstancias familiares, les ha convertido en capitanes de empresa, en vividores. Cinéfilo empedernido, autor de este decálogo:

"Amarás al cine americano sobre todas las cosas; no tomarás el nombre de John Ford en vano; santificarás a Billy Wilder y a Howard Hawks; honrarás a John Wayne y a Deborah Kerr; no olvidarás a Red Buttons ni Alida Valli; no verás cine erótico francés; no leerás ninguna crítica; no traicionarás a Charlton Heston ni a Edward G. Robinson; no consentirás ver films europeos; sólo desearás los bienes de "I vitelloni"...".
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