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| La Jaula De Los Monos
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| por David Yagüe
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“La Jaula De Los Monos” es el cuarto trasero de un bar dónde un grupo de hombre juegan al Monopoly tranquilamente. No sería nada del otro mundo si esos hombres no fueran brutales matones armados hasta los dientes a las ordenes de Stan, un capo mafioso que controla la ciudad de Orlando, Florida. Parece ser que al lado de Mickey y los demás simpáticos personajillos de Disney World conviven otros seres de ralea muy diferente.
Charlie Swift, el jefe de esos matones, va tener un día algo estresante: hace un viaje en coche con un cadáver decapitado, un cadáver que es el ex novio de una taxidermista de la que Charlie se va a quedar prendado, además le mete una bala en la cabeza a un compañero suyo que le intenta robar, su jefe desaparece, sus compañeros empiezan a aparecer muertos y él se convierte en objetivo del FBI y del mayor mafioso de Florida… Ante tales desbarajustes, este asesino va a querer saber qué diablos ocurre, salvar el pellejo y de paso, mantener con vida a su pobre madre, su hermano pequeño a la novia de éste y a la taxidermista. Éste “pobre” hombre sólo sabe hacerlo de una manera: eliminando a quién se le ponga a tiro.
Gischler nos ofrece una trepidante novela cuya trama cumple con la mayoría de los tópicos de las historias de la mafia: traiciones, ajustes de cuentas, venganzas, etc. Frente a estos lugares comunes, el autor nos ofrece una muy violenta galería de situaciones de acción (tiroteos, persecuciones, peleas) que no decaen en sus casi trescientas páginas, narradas con maestría, precisión y una, algo siniestra, gracia.
“La Jaula De Los Monos” no ganará el Nóbel de Literatura, ni seguramente lo pretenda. Eso sí, como thriller escandalosamente violento y divertido cumple con nota. Ya están advertidos: en este novela la sangre y las balas saltan de las páginas. Cuidado no les den. |
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