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| La Dama Sajona
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| por Mª Isabel
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Novela romántica con tintes históricos. Por aquí es por donde voy a encauzar mi comentario, ya que de todos es sabido que estas novelas son muy amenas y que desde la primera página se atisba su final (el héroe y la heroína de la misma siempre terminan juntos). No obstante, pese a su trama, estas novelas suelen cautivar al lector desde su primera página. Esta historia no es muy distinta de las demás, pero con la diferencia de que, como ya he dicho anteriormente, contiene algunos apuntes históricos.
Por una parte, tenemos al pueblo sajón representado por los miembros que aún sobreviven de la familia que gobierna Ingelwald: Lady Aelia y su hermano. La sociedad sajona era patriarcal. En este sentido la escritora ha incurrido en un error histórico, puesto que queda claramente demostrado que quien gobierna ahora en Ingelwald es una mujer, ya que su hermano es menor para hacerse cargo de todo.
Lady Aelia es una mujer luchadora, valiente, capaz de ponerse una armadura y encabezar la defensa de sus posesiones y seguir al mando de Ingelwald. Además, vemos su carácter protector con su hermano al mandarlo a la retaguardia. Una cosa tiene muy clara y es que odia a los normandos con todas sus fuerzas, ya que éstos le han arrebatado todo aquello que más quiere: su familia. En cuanto al personaje de Osric, su hermano, se trata de un muchacho mal criado por su padre, aunque valiente y dispuesto a luchar en todo momento. Su irresponsabilidad, su falta de cabeza y su odio hacia los normandos, le hacen cometer verdaderas locuras a lo largo de toda la novela. La autora deja claro a través de su rebeldía que no quiere ser gobernado por un normando. No obstante, el comportamiento de Osric cambia debido la disciplina, a la cual lo va a someter el normando, y el cariño entre ellos. De igual modo su forma de pensar y su concepción de estos cambia. Se puede decir que el muchacho representa la sociedad sajona de la época de principios de la resistencia al invasor normando; pero también a los años que siguieron a la misma en los que ambas sociedades (sajones y normandos) se fusionaron en una sola.
Por otro lado tenemos al pueblo normando representado por una serie de caballeros fuertes y aguerridos acostumbrados a luchar hasta la extenuación. Entre ellos se encuentra el protagonista, Mathieu Fitz Autier. Podemos definirlo como un hombre duro y frío, ya que su vida no ha sido nada fácil. Para empezar no era noble de cuna, era hijo bastardo; algo muy propio de la época. Si nos remontamos a la historia el rey Guillermo de Normandía, posteriormente rey de Inglaterra, y personaje que aparece al final de la novela, éste era hijo el ilegítimo de Roberto el Diablo y de una curtidora de pieles. Se puede encontrar una semejanza entre ambos, Guillermo y Fitz Autier, ya que aquí el padre de este último era un noble y su madre una sirvienta. A Mathieu Fitz Authier le quedaba conquistar Ingelwald. Una vez conseguido se quedaría como señor de esas posesiones, ya que era lo prometido por su rey. Pero, a cambio tendría que llevar a Lady Aelia y a su hermano a Londres, para que fueran condenados por Guillermo como castigo por su falta de lealtad hacia él. Una vez conquistado el castillo no quería someter a ninguno de los sajones por la fuerza. Quería que lo vieran como a su nuevo señor, y deseaba que conviviesen en paz los dos pueblos. Sabía que si quería ser respetado y querido por sus súbditos no podría destruir su pueblo, y de hecho así se ve en la novela; como en vez de ajusticiar a todos y cada uno de los sajones les ofrece que le sean leales a él y a su nuevo rey.
En el viaje hacia Londres es donde surge el romance entre Lady Aelia y Mathieu. Incluso este último es capaz de arriesgar su vida por salvarla de los daneses. No obstante, su sentido de lealtad le hace llegar hasta el final, y conducir a su amada y a su hermano hasta el rey Guillermo.
Por supuesto, y como ya he dicho al principio, tiene un final feliz ya que sino dejaría de ser una novela romántica. Pero una cosa esta clara, y es que, esta novela al menos nos enseña un poco como era la sociedad sajona y normanda de la Inglaterra del siglo XI.
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