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| La Cruz De Morrigan
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| por Francisco J. Vázquez
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La línea que separa el bien del mar suele cruzarse con más fácilmente de lo que podemos pensar. Pero suele haber un equilibrio universal que vela porque el soporte entre ambos bandos sea equitativo. Aunque hay ocasiones en las que los equilibrios, hasta los supremos, se desbordan.
Son tiempos difíciles, y todo apunta a que una terrible y colosal batalla está en ciernes. Las fuerzas del bien y del mal están preparadas; la gestación y el desenlace de una lucha entre titanes es inminente. Lilith, la vampiro más poderosa del mundo, ha mandado llamar a sus más fieles colaboradores, a aquellos en los que confía (si tal cosa es posible entre los moradores de la noche) y con los que cree que puede solventar, de una vez por todas, cualquier diferencia con sus enemigos. Del otro lado, la diosa Morrigan se alza contra ella como principal amenaza, y está dispuesta a todo para detenerla a toda costa. Y no está sola, ya que con Morrigan se sublevará también un círculo de seis...
La diosa es consciente de que no puede realizar nada en este plano sin la ayuda de un mortal, así que elige a uno que sin duda defenderá sus intereses. Pero su elección no es resultado del caprichoso azar. Elegirá a un joven llamado Hoyt Mac Cionaoith, un hombre cuyo hermano gemelo ha desaparecido en extrañas circunstancias. Es a él a quien le encarga la misión (harto complicada no sólo de llevar a cabo, sino incluso de creer…), un ejercicio de disciplina y fe en el que debe salvar al mundo de la hermosa y diabólica Lilith, alguien que durante más de un milenio ha capturado, torturado y asesinado a millares de seres humanos, entre los que se cuenta el gemelo de Hoyth.
La rabia se apodera de Hoyth, y la sed de venganza se alía a la de justicia que promulga la diosa. Aunque ambos son conscientes que el humano no es rival por si sólo contra la vampiro. Es por ello que en un ejercicio del todo calculado, Morrigan le cede a Hoyth sus poderes. Pese a todo, esto no es bastante, y por ello la diosa le insta a formar un círculo de seis, lo suficientemente sólido como para derrotar a la que se conoce como sirena oscura.
Pero hay algo más, ese círculo no es contemporáneo de Cionaoith, y éste ha de viajar en el tiempo para convencer a los elegidos y que se unan en tan singular lucha. Su hermano, una bruja, un guerrero, un sabio y un ser que adopta muchas formas serán los que acompañarán al joven Hoyth en esta aventura, donde la amistad, ocasionalmente el amor, y especialmente el peligro, serán parte primordial de un juego en el que el destino los ha elegido como elementos indispensables. La batalla está a punto de empezar. Y ellos son piezas claves en el tablero de los acontecimientos. |
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