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| Julio Verne Y La Cocina
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| por Yayel Aparicio
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Los viajes de Julio Verne son de sobra conocidos, tanto los que realizó en persona como los que imaginó en su mente y luego transfirió al papel para que pudieran ser disfrutados. En sus innumerables novelas relató apasionantes recorridos a lo largo y ancho de nuestro planeta, y a veces también fuera de él. Verne era un enamorado de la geografía y de la exploración y así puede verse en sus escritos; pero este escritor tenía también otra gran pasión: la comida.
Y de esta afición gastronómica, y de cómo Verne la ensalza en su obra, es de lo que trata éste libro. Ya su título nos lo adelanta: "Ochenta Recetas Extraordinarias", no sólo por sus ingredientes, exóticos en mayor o menor medida, sino por la cuidada selección de pasajes de algunas de las novelas más famosas de este genial y visionario escritor.
Eduardo Angulo realiza en este libro una excelente conciliación de recetas, fragmentos literarios y referencias al contexto en el que pueden encontrarse, dentro de las novelas de Julio Verne.
Este peculiar recetario está estructurado en siete secciones, a saber:
- Caldos, sopas, ollas y pucheros.
- Huevos y tortillas.
- Peces, crustáceos, moluscos y demás bichos.
- Aves de corral y caza de pluma.
- La carne del matadero, caza de pelo.
- Los vegetales.
- Postres.
Por poner algunos ejemplos de recetas extravagantes mencionaremos la sopa de cola de canguro, de la que dan buena cuenta, por varias veces, en "Los Hijos Del Capitán Grant". O las holoturias salteadas, que pertenecen a la amplia categoría que Eduardo Angulo ha quedado en llamar “demás bichos”, y que encontramos en "Veinte Mil Leguas De Viaje Submarino". O la fritura de algas, original plato vegetal del que disfrutan en "El Chancellor".
Evidentemente, los ejemplos anteriores están elegidos por su originalidad, pero en absoluto dominan entre el resto de recetas más cercanas o cuyos ingredientes nos resultan más cotidianos. Así pues, en las cuidadas páginas de este recetario, bien ilustrado, mejor escrito y asombrosamente documentado, tendremos noticia de majares como la sopa de arroz silvestre, los huevos fritos con jamón y trufas, el salmón con hierbas, la liebre a la provenzal o la tarta de melocotón, entre otras muchas delicias.
Diremos, para concluir, que tanto los amantes de la obra de Verne como los aficionados a la buena cocina, disfrutarán al máximo mientras viajan por esta ruta literario-gastronómica lista para ser degustada. ¡¡Buen provecho!! |
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