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| Estado De Miedo
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| por Juan Carlos Eizaguirre
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Voluminosa novela de acción y de consumo. Todos esas adjetivaciones de tipo thiller, best–seller prefabricado... le cuadran. Pero la verdad es que Crichton es uno de los autores de ese tipo de novelas que más ha producido y más éxito ha tenido. De hecho, algunos de sus libros tienen un tono aceptable, cierto fundamento literario. La Esfera o La Amenaza De Andrómeda pueden ser un buen ejemplo.
Y como siempre, todo rodeado de misterio y acción trepidante quizá demasiado infantil. La cuestión de que el argumento central esté basado en la batalla de la ecología ofrece cierto aliciente a un adulto, porque al autor no le duelen prendas en denunciar lo que, ha su juicio, manipulan unos y otros en el terreno informativo y también en el económico. Y lo hace muy convincentemente.
Los dos, digamos, bandos, serían: uno, los ecologistas y su maquinaria de propaganda para denunciar y para captar dinero de particulares y de gobiernos; dos, el mundo de la industria y los grandes negocios, con un secreto apoyo de las autoridades mundiales.
Para todo ello se ha documentado, no sé si bien y, aduce, que todas las notas a pie de página –abundantes– son verdaderas, mientras que los personajes y lugares y actuaciones son inventados, pero inspirados en sucesos reales o posibles.
A la novela le sobran, por lo menos, trescientas páginas. Hay alguna concesión al erotismo.
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