|
| El Palacio de los Placeres Celestiales
|
| por David Yagüe
|
|
La China de finales del siglo XIX fue un lugar exótico y maravilloso que vivió con especial dramatismo el conflicto entre las estructuras sociales y culturales del imperio milenario propias y las que traían los occidentales dispuestos a imponer su cultura y forma de pensar, de forma prepotente, como las únicas vías para llegar a la modernidad. De aquella lucha, de la convulsión que supuso en China y de la arrogancia y mala praxis de las potencias occidentales nacería una sangrienta revuelta anti extranjera denominada la Rebelión Bóxer.
En ese marco, majestuoso, exótico, apasionante, encuadra el escritor Adam Williams, de familia británica pero nacido en Hong Kong, este folletín clásico de amores tempestuosos en tiempos revueltos. Una historia de más de 800 páginas excelentemente documentada y que juega con elementos clásicos de los amores dolorosamente imposibles, de pasiones arrebatadas, de guerras e intrigas.
La historia de pasión y erotismo de un aventurero de oscuro pasado y presente y la de una joven inglesa prometida a un empleado de su padre, que coinciden en una ciudad provinciana de China se adentra en una pasión destructora que los llevará a ambos al más oscuro abismo, se une a las intrigas de la comunidad occidental en dicha ciudad y a las raíces del movimiento anti extranjero en China. Un grupo de historias que convergen una y otra vez en el burdel, tan exótico como perverso en todas sus formas, EL PALACIO DE LOS PLACERES CELESTIALES.
El amor y el erotismo sin barreras frente al puritanismo de la época, la actitud de los occidentales de humillación y robo hacia China, la actitud vengativa y violenta de los propios chinos se mezclan en una historia de pasiones irrefrenables y muerte que conducen a todos sus personajes a la misma hoguera que los destruye y que sólo entonces tendrán que ver si son capaces de renacer de sus cenizas o consumirse con ellas.
Un “novelón” a la antigua, grandilocuente y excesiva (se podría haber resuelto en muchas menos páginas) que recuerda a aquellos grandes amores que contaban más habitualmente y mejor autores del pasado, pero que se lee con pasión e interés de principio a fin.
|
|
