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| El Domador De Ilusiones
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| por Pedro M. Valenzuela
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Hay tantos tipos distintos de personalidad como de personas, cada una con sus matices y sus particularidades; a ésta se la moldea con los prejuicios, ideas, ideologías, creencias y experiencias que nos vamos encontrando a través de las vivencias personales y ajenas, de las que algunas haremos nuestras y otras desecharemos, ya sea consciente o inconscientemente.
El libro enfoca este tema desde una perspectiva que recuerda a algunos autores que se sirven de historias y fábulas dentro del relato, para exponer de distintas formas la misma idea principal de que el conocimiento que podamos llegar a tener de nosotros mismos, y de lo que nos rodea, depende de qué aprendemos y de cómo lo aprendemos.
De la mano y la experiencia del abuelo, que le contará pequeños relatos para ejemplificar el proceso de aprendizaje (o en algunos casos, de adoctrinamiento) por el que pasamos las personas, el protagonista del libro verá cómo se desestabiliza la estructura de su mundo tal como él la ha creado, al pasar a enfocar las mismas situaciones bajo la luz de un prisma distinto.
Utilizando un estilo con trazos de novela picaresca y libro de viaje de autoayuda, el texto repasa los elementos más importantes que conforman nuestro carácter, tanto de la parte racional como de la emocional, los pensamientos y los sentimientos.
¿Y cómo podemos justificar el comportamiento? Todo es relativo, lo que para unos es inmoral o poco ético, para otros se puede convertir en oportunidades que aprovechan aun a costa de los demás. Si desarrollamos algunas de las ideas y argumentos que esgrime este libro, llegamos a un punto en el que debemos distinguir bien en nuestro comportamiento y actitud, porque todas las personas merecen ser respetadas, pero no son respetables ni justificables todas las ideologías y los hechos que de éstas derivan.
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