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| El Choque De Civilizaciones
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| por Melina López
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En estos tiempos en que a todos nos parece que la política mundial ha traspasado una línea casi invisible, pero muy perceptible, es quizá el momento de retomar la lectura de esta obra polémica y cuyas controvertidas tesis son más protagonistas que nunca.
Su autor, Samuel Huntington, profesor de Ciencias Políticas y director del Instituto de Estudios Estratégicos de Harvard, afirma con rotundidad en este libro que las "líneas divisorias entre civilizaciones serán los frentes de batalla del futuro"... y parece que ya estamos en el futuro.
Tal vez esta obra no sea un gran éxito de ventas, probablemente porque los temas sociopolíticos sobre los que versa el libro no cuenten con multitud de seguidores, pero la calidad de la que hace gala no merece menos que retomarlo para aquellos que, en su día, no llegaron a leerlo, o para todos esos que no se atrevieron.
Huntington trata en este libro un tema ferozmente peliagudo como es la lucha entre las diferentes civilizaciones y culturas en el mundo a lo largo de la Historia, pero entendiéndolo en la actualidad como el motor principal de la actual reconfiguración del orden mundial, por encima de motivos económicos o ideológicos. Y afirma asimismo que ese choque de creencias deriva siempre en lo que él denomina conflictos de línea de fractura. Estos son: conflictos colectivos que surgen entre los grupos de diferentes civilizaciones, en los que el problema principal es el control sobre las personas, o un territorio determinado.
El autor fundamenta muy bien estas tesis de origen cultural, religioso, civilizatorio que dejan de lado casi por completo los postulados económicos y políticos como explicación a la reestructuración del orden mundial, de manera que el lector llega incluso a "subirse al carro" de Huntington sin vacilaciones. Ahora bien, el determinismo con que el autor desarrolla el tema a lo largo de la obra, despierta en el lector muchas inquietudes, haciendo de él alguien activo, que participa buscando respuestas justificativas de una u otra posición.
Como digo, la convicción de Huntington de que es necesario que las diferencias existan y preexistan (ya que abogar por la integración de gente culturalmente distinta, llevaría a una guerra de civilizaciones para dirimir cuál de ellas es la mejor, terminando todo en la dominación y sometimiento de una sobre otra) puede levantar llagas morales, pero eso, no nos engañemos, es lo magnífico de este tipo de obras: que uno puede discrepar con un autor, aún teniendo éste grandes tesis que lo respalden.
Leer "El Choque De Civilizaciones" es un estupendo ejercicio para revisar nuestras estructuras mentales ante la vida y la sociedad en la que vivimos.
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