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| Deepsix
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| por Francisco J. Vázquez
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Maleiva III es un planeta habitado condenado a desaparecer. Un gigante denominado por los miembros de la Academia de Ciencias como el Mundo de Morgan se dirige en su dirección y ambos acabarán chocando. Puesto que el segundo tiene una masa de unas 296 veces la de la Tierra y unos 131.600 kilómetros de diámetro en el ecuador, es seguro que el Mundo de Morgan arrasará, casi sin darse cuenta, aquel planeta habitado al que ahora se conoce como Deepsix.
Cuando en el año 2.204 la Academia de Ciencias había mandado una expedición a Maleiva III ya se sabía el fin que esperaba a aquel planeta. Sin embargo lo que nadie esperaba es que aquella avanzadilla sufriría el terror de verse prácticamente aniquilada. Elementos hostiles e inesperados aguardaban a los científicos y al personal que se desplazó a aquel lugar. Muerte y destrucción asoló la misión. Pocos que pudieron escapar. Tras el desastre, la Academia receló de enviar nuevos efectivos y declaró hostil a Maleiva III, abandonándolo a su suerte.
21 años después la cosa ha cambiado. El final de Deepsix está próximo, y la Academia desplaza a la órbita del planeta a equipos de los mejores científicos de la Tierra para ser testigos de aquel fenómeno cósmico tan raro. No en vano no es frecuente que dos gigantes choquen entre sí, así que la oportunidad es única.
Maleiva III, aquel planeta que fue hace dos décadas fuente de horror, muerte y desesperación, se convierte de pronto en foco de atención. Cuando desde la nave desplazada al lugar por la Academia de Ciencias se monitoriza el planeta la sorpresa surge ante los atónitos ojos de los científicos: existen estructuras artificiales sobre la superficie. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es que la expedición Nightingale no se percató de ello? Se sabía que había plantas, animales, atmósfera similar a la terrestre.... pero no que hubiese restos de una posible civilización.
El fin está próximo, así que no hay mucho tiempo que perder. Hay que bajar a la superficie del Deepsix y hacer acopio de todo aquello susceptible de ser investigado. Hay que dejar constancia de que allí abajo, en aquel planeta a punto de desaparecer, alguna vez hubo vida inteligente.
"Deepsix" es una novela de ciencia- ficción sumamente adictiva. De esas que se leen desde principio a fin con avidez. Y no es para menos si tenemos en cuenta que su autor, Jack McDevitt, realiza un trabajo colosal al poner al servicio del lector una verdadera novela de aventuras donde un elemento es el protagonista de la obra: el tiempo... o la falta de él.
McDevitt nos muestra en esta obra que la humanidad puede haber evolucionado tecnológicamente en un futuro, pero que la condición humana, inherente del hombre y que lo hace supuestamente "inteligente", sigue siendo igual ahora que fue entonces, y será en los tiempos venideros. No obstante hay algo que nos salva: que en situaciones límites los humanos sacamos lo mejor de nosotros, y eso en este libro va a dejarse en patente en cada página.
"Deepsix" contiene elementos diversos que la hacen atractiva al lector. Por una parte encontramos aquellos propios del género al que pertenece: naves espaciales, elementos científicos, viajes entre galaxias, Inteligencias Artificiales (IAs) que han llegado a un grado tal de evolución que son capaces de mantener conversaciones con los humanos.... Por otra parte, encontramos elementos propios del género de aventuras: exploraciones en la superficie de un planeta hostil, peligro a lo desconocido, seres que nunca antes han sido vistos por el ojo humano, restos arqueológicos de civilizaciones que pudieron habitar (o estar habitando aún) aquel lugar.... Si a eso le sumamos la intriga, la sorpresa, el miedo que en ocasiones viven los protagonistas (y que McDevitt sabe como hacer asequible a los sentimientos del lector), las alegrías y tristezas, y la desesperación por unos acontecimientos que se escapan de las manos, el resultado no puede ser mejor para aquellos que se adentren en las páginas de esta obra.
Sin lugar a dudas "Deepsix" es, a mi modo de ver, una de las mejores novelas de ciencia-ficción que he leído. Asequible, rápida, cargada de intenciones y, sobre todo, interesante. Hay que descubrirla, leerla. No puede dejarse escapar.
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