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| Amigos Nocturnos
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| por Lucía Gil
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Si alguien se encuentra en estos momentos buscando un libro que se salga un poco de lo habitual y que pueda gustar tanto a un exigente público infantil, como al juvenil, este es Amigos nocturnos. En esta obra que acabo de leer, Graham Joyce, escribe una clara alegoría en la que se representa el paso de la infancia a la adolescencia, la pérdida de la inocencia y la llegada de la madurez, con todos los cambios que se producen en la personalidad de cada uno y con el miedo a lo desconocido y a tener que afrontar nuevas situaciones.
En Amigos nocturnos se nos revela la vida de Sam Southall junto con sus amigos, que como cualquier otra pandilla, se dedican a holgazanear por su ciudad desafiando su libertad frente a los adultos. Sus vidas pueden parecer iguales a las de cualquier otro adolescente, hasta que un día Sam descubre a los pies de su cama una duende de una presencia malévola e inquietante. Este misterioso ser despierta en el joven Sam grandes miedos y, además, consigue atraerle hacia las profundidades más ocultas y siniestras de su carácter.
El galardonado escritor británico, Graham Joyce narra esta apasionante aventura de una manera ligera y de fácil lectura, que transporta al lector a un mundo fantástico de una manera tan sutil que apenas si se puede dar cuenta. Además, a lo largo de la historia, el autor combina la fantasía con la realidad (dulce y trágica, como comprobará el propio Sam), logrando crear un mágico mundo de misterios y descubrimientos.
Para aquellos jóvenes a los que les guste o se estén iniciando en la lectura de libros de fantasía, Amigos nocturnos puede ser una buena apuesta, ya que combina los elementos necesarios para hacer de esta historia una magnífica aventura, que logrará meter al lector en la trama desde la primera a la última página.
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